¿Qué
es la toma de decisiones?
La toma de decisiones es una
capacidad puramente humana propia del poder de la razón unido al poder de la
voluntad. Es decir, pensamiento y querer se unen en una sola dirección. El
pensamiento es como la luz que aporta claridad al corazón y la voluntad guiada
por esa luz persigue la elección correcta. La toma de decisiones muestra la
libertad personal de cada ser humano que tiene el poder de decidir qué quiere
hacer.
¿Cuál
es su proceso?
Identificar
y analizar el problema
Encontrar el problema y
reconocer que se debe tomar una decisión para llegar a la solución de este. El
problema puede ser actual, o potencial, porque se estima que existirá en el
futuro.
Identificar
los criterios de decisión y ponderarlos
Aquellos aspectos que son
relevantes al momento de tomar la decisión, es decir aquellas pautas de las
cuales depende la decisión que se tome.
Definir
la prioridad para atender el problema
La definición de la prioridad
se basa en el impacto y en la urgencia que se tiene para atender y resolver el
problema.
Generar
las alternativas de solución
Consiste en desarrollar
distintas posibles soluciones al problema.
Cuantas más alternativas se tengan va ser mucho más probable encontrar
una que resulte satisfactoria
Evaluar
las alternativas
Se trata de un estudio detallado de cada una de las
posibles soluciones que se generaron para el problema, es decir mirar sus
ventajas y desventajas, de forma individual con respecto a los criterios de
decisión, y una con respecto a la otra, asignándoles un valor ponderado.
Elección
de la mejor alternativa
En este paso se escoge la
alternativa que según la evaluación va a obtener mejores resultados para el
problema.
.Aplicación de la decisión
Poner en marcha la decisión
tomada para así poder evaluar si la decisión fue o no acertada. La
implementación probablemente derive en la toma de nuevas decisiones, de menor
importancia.
Evaluación
de los resultados
Después de poner en marcha la
decisión es necesario evaluar si se solucionó o no el problema, es decir si la
decisión está teniendo el resultado esperado o no. Si el resultado no es el que
se esperaba se debe mirar si es porque debe darse un poco más de tiempo para
obtener los resultados o si definitivamente la decisión no fue la acertada, en
este caso se debe iniciar el proceso de nuevo para hallar una nueva decisión.
¿Qué
reglas existen para la toma de decisiones?
Preocúpate
por decidir bien más que por acertar: es habitual tener un
injustificado sentimiento de responsabilidad, el cual nos lleva a pensar que si
hacemos las cosas bien todo saldrá como estaba previsto. Pero en una decisión
concreta podemos haber decidido bien y obtener malos resultados (y viceversa).
El factor suerte también interviene.
Identifica
claramente tus objetivos: si no sabemos dónde vamos difícilmente
llegaremos. Es fundamental plantearnos ¿qué quiero/necesito conseguir? Saber
dónde vamos nos permite actuar en función de nuestros objetivos, en vez de
reaccionar ante lo que acontece.
Planteamientos
realistas: el marco de referencia condiciona nuestro curso de
acción. Es imprescindible que nuestros planteamientos puedan desarrollarse en
la realidad.
No
te autoengañes, es muy fácil hacerlo: cuando tomamos una decisión
solemos buscar razones que avalan nuestra alternativa y no consideramos las
razones que la cuestionan. Este problema se acrecienta cuando nos rodeamos de
gente que piensa como nosotros, por eso, cuanto más heterogéneo sea el equipo
directivo mejores serán las tomas de decisiones. Es un error que los directivos
se rodeen de personas mediocres que sólo avalan sus decisiones y no las
critican.
Atiende
sólo a la información relevante: esta información es aquella
que reduce la incertidumbre a la hora de tomar una decisión y que su coste es inferior
al beneficio que aporta.
BIBLIOGRAFIAS
http://blog.conducetuempresa.com/2012/01/proceso-de-toma-de-decisiones.html